
¿Por qué tanto miedo al entrenamiento de fuerza en niños? Mitos y Realidades
El entrenamiento de fuerza en niños es un tema rodeado de mitos que, a menudo, generan rechazo entre padres y entrenadores. A lo largo de los años, se ha dicho que levantar pesas en edades tempranas impide el crecimiento o que es peligroso para el desarrollo físico. Pero, ¿qué tan cierto es esto? Acompáñanos mientras desglosamos los datos científicos y aclaramos las realidades detrás del entrenamiento de fuerza en los más pequeños.
Mito: «Levantar pesas detiene el crecimiento»
Este es quizás el mito más extendido. La idea de que el entrenamiento con pesas podría afectar el crecimiento óseo tiene su origen en un estudio malinterpretado de los años 60, donde se concluyó erróneamente que el esfuerzo físico en niños que trabajaban cargando cajas obstaculizaba su desarrollo óseo. Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que el entrenamiento de fuerza, correctamente supervisado, no afecta negativamente los núcleos de crecimiento de los huesos. De hecho, entrenar fuerza en la infancia puede tener efectos positivos en la densidad ósea y la prevención de lesiones.
Realidad: El entrenamiento de fuerza en niños es seguro y beneficioso
La ciencia actual respalda la seguridad del entrenamiento de fuerza en niños siempre que esté correctamente supervisado. De acuerdo con la National Strength and Conditioning Association (NSCA), un programa bien diseñado no solo es seguro, sino que también puede mejorar la fuerza, reducir el riesgo de lesiones y fomentar un desarrollo motor saludable. Instituciones como la Academia Americana de Pediatría y el Colegio Americano de Medicina del Deporte también apoyan estas conclusiones.
¿Qué tan joven es «demasiado joven»?
Una de las preguntas más frecuentes de padres, entrenadores y médicos es: «¿Cuándo es seguro que los niños comiencen a entrenar fuerza?» Este es un tema que genera incertidumbre debido a preocupaciones sobre el impacto del entrenamiento con pesas en el crecimiento y desarrollo de los niños. Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que el entrenamiento de fuerza en edades tempranas no solo es seguro, sino también altamente beneficioso, cuando se realiza de manera adecuada y supervisada.
La importancia de la edad de entrenamiento
El concepto de «edad de entrenamiento» es crucial para entender cuándo un niño puede empezar a entrenar. Este concepto no se refiere a la edad cronológica, sino a la cantidad de tiempo que un niño ha estado involucrado en un programa de entrenamiento regular y estructurado. Avery Faigenbaum (2011), uno de los principales investigadores en este campo, sugiere que es más importante considerar el desarrollo neuromuscular y la capacidad del niño para seguir instrucciones que su edad cronológica. En otras palabras, un niño que ha estado practicando actividad física regularmente desde los 7 u 8 años, tendrá una «edad de entrenamiento» más avanzada que otro niño de la misma edad cronológica que no haya tenido experiencia en ejercicios físicos estructurados.
Exposición temprana para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento
Uno de los principales beneficios de empezar a entrenar fuerza a temprana edad es la prevención de lesiones. Faigenbaum y otros expertos subrayan la importancia de exponer a los niños a actividades físicas que mejoren su fuerza muscular, habilidades motoras y estabilidad articular desde temprana edad. Esto no solo ayuda a reducir el riesgo de lesiones en deportes, sino que también mejora las medidas de salud general y fitness físico. Estudios han demostrado que la falta de acondicionamiento físico durante el crecimiento puede tener efectos adversos en el desarrollo del movimiento y la neuromusculatura, lo que podría llevar a mecanismos anormales de movimiento en el futuro.
¿Existe una edad mínima?
A menudo se pregunta si existe una edad mínima específica para comenzar con el entrenamiento de fuerza. Los estudios muestran que no hay una «edad mínima» fija para iniciar. Sin embargo, los expertos coinciden en que los niños están listos para iniciar programas de entrenamiento de fuerza alrededor de los 7 u 8 años, cuando pueden seguir instrucciones y participar en deportes organizados. A esta edad, los niños ya deberían estar familiarizados con actividades físicas diversas y básicas, como correr, saltar y trepar, que forman la base del entrenamiento neuromuscular. Esta base es importante para que los niños puedan progresar en ejercicios más complejos y en actividades que requieran mayor precisión en la técnica, como el levantamiento de pesas.
Entrenamiento estructurado y supervisión
Es esencial que cualquier programa de entrenamiento de fuerza en niños esté estructurado y bien supervisado. La seguridad y la técnica adecuada son primordiales para evitar lesiones y maximizar los beneficios del entrenamiento. Faigenbaum señala que los entrenadores deben poner especial énfasis en enseñar correctamente los movimientos básicos antes de progresar a ejercicios más avanzados, y debe incluirse suficiente tiempo de descanso y recuperación en los programas de entrenamiento(Entrenamiento de niños …).
Beneficios del entrenamiento de fuerza en niños
El entrenamiento de fuerza no solo mejora la fuerza muscular, sino que también ofrece beneficios psicológicos y sociales, como el aumento de la autoestima y la confianza en sí mismos. Además, fomenta la creación de hábitos saludables que pueden mantenerse a lo largo de toda la vida. Los programas que incluyen entrenamiento de fuerza también ayudan a prevenir el sobrepeso y la obesidad, y mejoran la coordinación motora(Entrenamiento de niños …).
Principios básicos para el entrenamiento de fuerza en niños
Para asegurar que el entrenamiento sea efectivo y seguro, es esencial seguir algunos principios fundamentales:
Principio | Descripción |
Progresivo | El entrenamiento o actividad debe ir de menos a más, aumentando gradualmente la intensidad. |
Regular | Es importante realizar el entrenamiento todos los días, asegurando al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa (MVPA). |
Sobrecarga | El entrenamiento debe suponer un esfuerzo suficiente para generar adaptaciones en el cuerpo. |
Creativo | El entrenador debe ser capaz de generar actividades lúdicas y atractivas para los niños, promoviendo la diversión. |
Divertido | La diversión es clave para generar adherencia a largo plazo. |
Socializador | La interacción con sus pares a través del juego y el entrenamiento es esencial para su desarrollo psicosocial. |
Supervisado | Los entrenadores deben estar presentes en todo momento, ya que los niños son una población en pleno desarrollo y requieren supervisión constante. |
Balanceado | Es fundamental balancear los ejercicios entre tren superior e inferior, así como entre músculos agonistas y antagonistas, en cuanto a volumen e intensidad. |
Variado | Utilizar diferentes tipos de sobrecarga (elásticos, peso libre, propio peso, etc.) para diversificar el entrenamiento. |
Seguridad | Enseñar las normas básicas de seguridad dentro del gimnasio y asegurarse de que los entrenadores sean fácilmente identificables. |
Adaptado de Faigenbaum A. (2016)(Entrenamiento de niños …).
La evidencia científica ha derribado los mitos en torno al entrenamiento de fuerza en niños, demostrando que no solo es seguro, sino altamente beneficioso para su desarrollo físico, mental y emocional. Padres y entrenadores deben adoptar un enfoque basado en la evidencia para integrar de manera adecuada el entrenamiento de fuerza en los programas deportivos juveniles.